1º de febrero/2011
La batalla filosófica [no científica, pues no hay Ciencia si uno de dos la evita] entre evolución y creación, entró al mundo con la primera lucubración ateísta de la escuela jónica [VI aC], sobre el origen de la vida. Tal filosofía [que no Ciencia], bebió la intuición cosmogónica adoptada hoy por la filosofía [no Ciencia], del evolucionismo.
El ateísmo aceptó una evolución natural y continua; el elemento primario variaba, según el gallo cantor de aquel gallinero indocto en cuanto a orígenes. Tales de Mileto la achacó al agua; Anaxímenes al aire, y Heráclito de Efeso dijo que toda existencia está en continuo cambio. Pero Anaximandro fue el pionero evolutivo: según él, los primeros animales surgieron del agua, y pasaron luego a tierra firme. Fue el primero en pensar que el hombre nació de un animal. O sea, la misma película de hibridismo ficción que obligan a…