Perspectiva bíblica del trabajo


Es nuestro deseo presentar un enfoque bíblico del trabajo.

Introducción:

Nosotros afrontamos la tarea de trabajar para sostenernos y sostener a nuestra familia de maneras muy diversas y equivocadas en su mayoría.

  • Diferentes sentimientos hacia el trabajo. Muchos vamos a trabajar porque no tenemos otra opción en la vida, si la encontráramos dejaríamos de trabajar. Acá reza el refrán de que el trabajo es tan malo que te pagan para que trabajes.
  • Diferentes valores hacia el trabajo. Como dijimos antes, uno de los valores que tengo para trabajar es la necesidad; pero también hay otros, busco realizarme como persona a través de mis labores; me interesa surgir aunque eso signifique hacerlo sobre la suerte de terceros.
  • Diferentes motivaciones hacia el trabajo. Lo utilizo como trampolín, catapulta de mis metas y aspiraciones personales; es la fuente de mis ingresos y no significa nada más.

Una definición del trabajo:

  • Ocupación que ejerce habitualmente una persona a cambio de un salario.[1]
  • Esfuerzo humano para conseguir algo.
  • Desde el punto de vista individual, el trabajo es todo lo que el hombre hace para su satisfacción, alegría y bienestar; toda la gama de actividades que satisfacen sus necesidades primarias, así como alcanzar la riqueza material y espiritual para el mismo, los suyos y su país.[2]

La verdad que tenemos una gran confusión y en algunos casos una ausencia de valores bíblicos para llegar a tener un criterio apropiado de lo que es el trabajo.

  1. Un enfoque humano sin Dios

Ecl. 2:4-11 / Gn. 3:19 / Pr. 27:23-27

Desconsuelo y resignación

Gn. 3:19

El trabajo existe a consecuencia de la caída del hombre, es algo con lo que debemos de vivir.

Ecl. 2:11

  • Vanidad: hueco, vacío (hébel) .,b,h
  • Aflicción de espíritu: la idea es correr detrás del viento. Aflicción: aliento / espíritu: viento (reút ruáj)
  • Sin Provecho: sin ganancia, vacío. (Yitrón)

Engrandecí mis obras:

  • Templo de Israel (6 años), 1 Re. 6:37, 38
  • Su casa (13 años), 1 Re. 7:1
  • La casa del Líbano, 1 Re. 7:2
  • La casa para la hija de Faraón, en Milo, 1 Re. 9:24
  • Ciudades, 2 Cr. 8:4-6; 1 Re. 9:10
  • Ornato, Ecl. 2:4; 1 Re. 4:33ss
  • Recluta 30.000 personas para sus obras, 1 Re. 5:13, 14

Una ocupación sin propósito eterno

  1. El testimonio de nuestro Señor Jesucristo y el apóstol Pablo

Jesucristo en sus exposiciones da por sentado que el hombre debe trabajar.

  • La Parábola de los Talentos (Mt. 26:14-30) es tal vez la más clara.
  • Jesús espera que pasemos tiempo trabajando y produciendo según nuestras capacidades.

Pablo es claro en el tema del trabajo

  • Trabaja haciendo carpas para auto sostenerse; 1 Ts. 2:9, 10; Hch. 18:1-4
  • Condena en Tesalonicenses a los que dejaron de trabajar; 2 Ts. 3:8-10
  • En Éfeso hay otras directrices; Ef. 4:28

“Dios es un Dios trabajador. Desde el mismo momento de la creación, Él confirió a nuestros padres originales las responsabilidades del trabajo.”[3]

“El cristiano sensible entiende que es responsable por contribuir al reino de Dios en la labor de su ocupación, realizando el mandato divino, desempeñando la vocación santa de siervo del Dios vivo. Tal cristiano es agudamente consciente de la pregunta ¿cómo puedo servir mejor a Dios con mi laborar?”[4]

  1. La visión bíblica del valor del trabajo

Todos debemos ir a la Creación para formarnos un concepto correcto de lo que Dios tiene del trabajo

Textos bíblicos que nos ilustran que Dios es un Dios trabajador y que el trabajo está desde antes de la Caída.

  • 1:28 Leemos que la tarea del Hombre es “sojuzgar”, someter, señorear.
  • 2:8, 15 Debía de “labrar” y “guardar” el Huerto. En ocasiones tenemos ideas erradas que el Hombre tenía todo servido, que comía como un cosaco, de las uvas, de las frutas de los árboles.
  • Dios trabaja desde Gn. 1:1, 5 y leemos en Gn. 1:31 que su trabajo fue bueno, “en gran manera”.
  • Dios es un Dios trabajador y cuando creó al Hombre, lo puso a trabajar.

¿Cómo podemos imaginar será en la Eternidad?

Is. 65:21 En el Milenio habrá trabajo, sin lugar a dudas.

Dios finaliza Su obra y el texto bíblico nos dice: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.” Gn. 1:31

De todo esto podemos inferir que una visión primaria del trabajo debe ser:

  • Debe de llevar gloria a Dios.
  • Debe hacerse con excelencia.
  • “El trabajo no es algo que hacemos para vivir, sino algo por lo cual vivimos.”[5] 1:28; Ecl. 2:24; 3:22. Nos da un sentido de realización personal.
  • Es un servicio a Dios y los hombres, debe tener un beneficio para la comunidad. Ef. 4:38; Ro. 13:7

“El trabajo es el consumo de energía (física o mental, o ambas) en el servicio a los demás, que da como fruto la realización personal del trabajador, el beneficio de la comunidad y la gloria de Dios.”[6]

  1. La aplicación de la visión bíblica.

Este punto no lo abordé en este estudio, lo hice en el segundo de la serie.

El principio del trabajo es hacerlo para la gloria de Dios. ¿Será esto real? Los textos a considerar son Col. 3:22-24; Ef. 6:5-8

  • ¿Cómo puedo darle la gloria a Dios con el trabajo, si no tengo la motivación de Dios?
  • ¿Cómo puedo decir que sí deseo hacerlo para Su Gloria, si todas mis motivaciones para el trabajo son ególatras, avaras, humanistas, mundanas?
  • ¿Cómo digo que lo hago para el Señor, si la realidad es que sirvo al ojo?
  • ¿Cómo puedo darme cuenta si sirvo al ojo o no?

Lo que debo tener es vocación en lo que hago, debo poner mi corazón y hacerlo porque he logrado amar lo que hago. ¿Cómo puedo amar mi actividad secular?

  • Debo entregarme al trabajo con la motivación correcta.
  • Debo de cambiar mi perspectiva del propósito del trabajo, no debe ser ególatra o avara, sino espiritual, Trinitaria.
    • El Padre puso “su corazón” en lo que hacía. Pr. 8:12, 22, 27-30

El Sal. 19 es una demostración de la vocación, del corazón que el Padre puso en su trabajo, hacer la creación.

Viene una pregunta: ¿Mi trabajo transmite, cuenta, refleja la Gloria de Dios?

Cuando ponga mi corazón mi corazón en el trabajo que realizo, con la motivación correcta; la Gloria de Dios estará presente en mi trabajo…

…no tendré nada que envidiar a Darwin, Platón, etc.

  • El Hijo nos demuestra cómo se hace el trabajo designado. 2:49; Jn. 4:34; Mr. 1:38; Jn. 18:37; Jn. 19:30
  • El Espíritu Santo hace lo mismo. Tit. 3:5; Fil. 1:6

El trabajo es mi campo de servicio, es mi ministerio; es donde sirvo a mi Dios. Esta última es la perspectiva que tenían que tener los esclavos creyentes en los días de Pablo cuando les da las instrucciones de cómo conducirse.

 Conclusión:

“Pues la satisfacción laboral no se logra principalmente por medio de un salario justo, condiciones dignas, seguridad y cierto grado de participación, por importantes que sean estos aspectos; surge, en cambio, del trabajo mismo, y especialmente de la comprensión de la visión de Dios hacia el trabajo mismo.”

  • El trabajo es parte de Dios mismo y debe serlo en mí.
  • A través de él debo primeramente buscar glorificar y adorar a Dios.

 

Puedes escuchar la predicación de este estudio:

Notas

[1] Definición de WordReference.

[2] Definición de: http://conceptodefinicion.de/trabajo/ (27/01/2018)

[3] Sproul, R. C.; Siguiendo a Cristo; Editorial Unilit; Miami, Florida; 1997; pág. 206.

[4] Ibidem.

[5] Frase de Dorothy Sayers  citada por Scott, John; La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos; Libros Desafío; Grand Rapids, Michigan; 1999; pág. 194

[6] Ibid, pag. 201

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