Dos venidas de Cristo


Para comprender y gozar de las Escrituras, es necesario diferenciar entre la Primera y la Segunda Venida de Cristo. Su Primera Venida se refiere, naturalmente, a Su nacimiento como bebé en el pesebre de Belén. La Segunda Venida señala hacia adelante, hacia el tiempo en que volverá a venir. La Primera trata de los sufrimientos de Cristo, la Segunda, de las glorias que han de seguir tras de ellos (1 P. 1: 11). En este momento presentaremos la Segunda Venida de Cristo de una manera general, presentando tan sólo el simple hecho de que el Salvador va a volver de nuevo. En una siguiente entrega veremos que hay varias fases de Su venida. Los profetas del Antiguo Testamento previeron la venida del Mesías, pero se hallaban confundidos por lo que veían. El Espíritu de Dios les revelaba que Cristo vendría tanto en humillación como en gloria. El sufriría, derramaría Su sangre, y moriría, pero también triunfaría por encima de todos Sus enemigos. Ellos no podían conciliar estos hechos. De lo que ellos no se daban cuenta era de que estaban tratando con dos venidas distintas del Mesías, con más de 2000 años entre ambas.

Diferenciado las Edades


Queremos dar una breve descripción de las dispensaciones a la luz de la Palabra de Dios. Agustín dijo en una ocasión: "Distinguid las edades, y las Escrituras armonizan." Dios ha dividido toda la historia humana en edades: "... por quien asimismo hizo las edades" (He. 1 :2, margen en la Biblia Anotada de Scofield). Estas edades pueden ser largas o cortas. Lo que las distingue no es la duración de ellas, sino la forma en que Dios trata con la humanidad. Mientras que Dios mismo nunca cambia, Sus métodos sí que cambian. Él obra en formas distintas en edades distintas. Decimos en algunas ocasiones que Dios administra Sus asuntos con el hombre durante una era particular como una dispensación. Técnicamente, una dispensación no significa una edad, sino una administración, una mayordomía, un orden, o una economía. Pero nos resulta difícil pensar acerca de una dispensación sin pensar acerca del tiempo. Por ejemplo, la historia del gobierno de los Estados Unidos ha estado dividida entre administraciones. Hablamos de la administración Roosevelt, de la administración Eisenhower, o de la administración Kennedy. Evidentemente, de lo que hablamos es de la manera en que se administraba el gobierno mientras estos presidentes estaban al mando. Lo esencial es la política que se seguía, pero de forma necesaria relacionamos esta política con un período de tiempo determinado.